FUENTE: "Miceláneas del Movimiento Nacional ..."
(...) La historia del comunismo nos permitirá comprender mejor la historia del peronismo. El peronismo y el comunismo se encontraron por primera vez el día que Perón decidió que debía realizarse en el país la reforma social, estableciendo al mismo tiempo que la reforma social no podía realizarse según la forma comunista.
Piensen ustedes que si para hacer la reforma económica Perón tenía que mutilar el imperialismo capitalista, haciendo la reforma social quitaría al comunismo, y a su correspondiente imperialismo, algo que ellos consideraban presa muy codiciada: las masas obreras.
Para anular al capitalismo, concibió Perón la independencia económica, y la realizó, porque lo grande de Perón es que no es un teórico, sino un maestro realizador. Para anular la acción comunista concibió la justicia social y también la realizó. Eso es lo grande de Perón.
Piensen ustedes que si para hacer la reforma económica Perón tenía que mutilar el imperialismo capitalista, haciendo la reforma social quitaría al comunismo, y a su correspondiente imperialismo, algo que ellos consideraban presa muy codiciada: las masas obreras.
Para anular al capitalismo, concibió Perón la independencia económica, y la realizó, porque lo grande de Perón es que no es un teórico, sino un maestro realizador. Para anular la acción comunista concibió la justicia social y también la realizó. Eso es lo grande de Perón.
Ha salvado al país de dos fuerzas poderosísimas que oprimían las naciones y explotaban al hombre. Eso es lo que más le agradecerán las generaciones venideras.
Nosotros, tal vez por tener el privilegio de estar viviendo en la época de Perón, si es cierto que lo comprendemos, si es cierto que lo seguimos, que lo queremos y lo apoyamos, no lo apreciamos en todo su valor, porque lo tenemos demasiado cerca y Perón es demasiado grande.
Perón, con el tiempo y la distancia, se agrandará más aún, si es posible, y las generaciones venideras no terminarán de bendecirlo por haber hecho una obra tan gigantesca, no sólo en bien de la clase trabajadora, sino también de todos los argentinos; y a nosotros nos queda la responsabilidad histórica de consolidar la justicia social o de avalarla, como así también la independencia económica y la soberanía nacional.
EL CAPITALISMO ES LA CAUSA DEL COMUNISMO
Muchas veces ha dicho el general Perón que el capitalismo es la causa del comunismo. Eso no todo el mundo lo comprende bien; sobre todo los capitalistas, pero eso es indudable. Una prueba de ello es que las primeras reacciones obreras de carácter comunista aparecieron en Inglaterra, cuna del capitalismo.
Decir que el comunismo nació con Marx, no es una verdad absoluta. Marx solamente interpretó con una doctrina la rebeldía de los obreros explotados. Antes que él ya existía en el mundo el sentimiento de rebeldía comunista y mucho antes que Marx publicara el Manifiesto y el Capital, ya existía en Inglaterra sociedades secretas de trabajadores que ya habían realizado las primeras revueltas obreras contra la explotación capitalista, mucho antes que viviera Marx.
EL GRITO CONTRA EL CAPITALISMO
En 1817, una sublevación de los obreros algodoneros, en Manchester, había sido sofocada por escuadrones de caballería.
En 1824, los obreros ingleses realizaron en todas las ciudades una campaña de agitación; y asómbrense ustedes, para conseguir que se acordase el derecho de votar a todos los hombres mayores de edad, pensando ingenuamente que así lograrían imponerse en la Cámara de los Comunes, y que se redujese la jornada de trabajo de 14 a 10 horas.
Largo sería analizar toda la historia del movimiento obrero mundial antes de Marx y el comunismo, pero esto es para aclarar que antes de Marx ya los obreros habían levantado su grito en contra del capitalismo (...)
En el movimiento comunista del mundo debemos distinguir tres cosas: primero, la figura de Marx y su doctrina; segundo, el movimiento obrero; tercero, el imperialismo comunista.
Sobre estos tres puntos deseo dar mi opinión porque así podré ubicar mejor el movimiento peronista en la historia.
LA FIGURA DE MARX Y SU DOCTRINA
Para nosotros Marx es un propulsor, ya he dicho que vemos en él a un jefe de ruta que equivocó el camino, pero jefe al fin.
En él hay dos aspectos fundamentales: primero, el organizador o conductor del movimiento obrero internacional; y, segundo, el creador de una doctrina.
Como conductor del movimiento obrero internacional, los pueblos del mundo le deben que les haya hecho entender que los trabajadores deben unirse. Recuerden ustedes que eso mismo repite y repetirá siempre el general Perón a sus trabajadores. Unidos, dice Perón, los trabajadores son invencibles.
Si Marx hubiese hecho solamente eso y si se hubiese dedicado a esa teoría, uniendo a todos los trabajadores del mundo en procura de soluciones justas a sus problemas, su gloria sería indiscutible.
Pero lo discutible de él es y seguirá siendo siempre su doctrina; estaba destinada al pueblo y muy pocos hombres del pueblo la abrazaron conscientemente, muchos tal vez inconscientemente, sin saber con exactitud de qué se trataba, más bien como un gesto de rebeldía que como una solución.
LUEGO VENDRÁ QUIEN CONSTRUYA
Y aquí quiero hacer presente un recuerdo de Italia.
Recuerdo que en ese país le decía Togliatti al Padre Benítez: "Nosotros no tenemos todavía un plan definitivo para seguir; nuestro gran objetivo es destruir dos siglos de capitalismo; luego vendrá quien construya".
La doctrina de Marx es, por otra parte, contraria a los sentimientos del pueblo, sentimientos profundamente humanos.
Niega el sentimiento religioso y la existencia de Dios. Podrá el clericalismo ser impopular, pero nada es más popular que el sentimiento religioso y la idea de Dios.
El marxismo es, además, materialista y esto también lo hace impopular. El marxismo es extraordinariamente materialista. Además es impopular porque suprime el derecho de propiedad tan profundamente humano.
Pero por sobre todo es interesante destacar que Marx, como conductor de las primeras organizaciones obreras, interpretó el sentir de las masas, y por ese hecho lo debemos considerar como un precursor en el mundo.
Pero su doctrina, en cambio, es totalmente contraria al sentimiento popular. Solamente por desesperación o desconocimiento de la doctrina marxista pudo el comunismo difundirse tanto en el mundo; se difundió más por lo que iba a destruir que por lo que prometía construir.
Ustedes pueden comprobar a cada momento que los comunistas no son hombres constructivos; son personas que todo lo niegan; son extraordinariamente demagógicos, porque no tienen responsabilidad y porque jamás piensan en cumplir con sus promesas; prometen y prometen sólo para destruir. "Luego vendrán quienes construyen".
MARX DIVIDIÓ A LOS OBREROS
El movimiento obrero siguió en el mundo su marcha ascendente. Marx infundió su conciencia de unidad, pero dividió a los obreros con su doctrina.
Surgió el socialismo, como doctrina comunizante atenuada.
Yo pienso que aun sin el comunismo y sin el capitalismo el movimiento sindical habría seguido su curso en el mundo; tal vez más lentamente, pero no con menos fuerza.
El movimiento obrero se realizó en todas partes como una necesidad, no para luchar por el comunismo o por el socialismo, sino para luchar por una mejor situación del pueblo frente a la explotación capitalista.
Por eso los comunistas y los socialistas eran pocos en los sindicatos. Claro que eran los más activos, y a esos los conocemos bien. Los demás eran obreros que querían defenderse para vivir.
LA PRIMERA DERROTA DE MARX
El primer gobierno comunista del mundo aparece en Rusia en 1918. Es interesante señalar que no lo realizan los trabajadores, sindicalmente organizados, sino una masa explotada y hambrienta. Sus dirigentes no son obreros; asómbrense, son intelectuales a quienes no les preocupa tanto el trabajador industrial, sino el campesino.
No es un movimiento dirigido esencialmente contra el capitalismo, sino contra los terratenientes. Aquí produce la primera derrota de la doctrina de Marx, porque la misma no puede ser integralmente realizada.
No se suprime totalmente la propiedad, porque en Rusia, por ejemplo, veinte obreros pueden tener su fábrica, mientras que la doctrina no permite la propiedad.
Claro que las mayores industrias son del Estado, que explota a los trabajadores, pero no han cumplido con la doctrina de Marx. Quiere decir que aquí sufre la primera derrota la doctrina de Marx, que pronto se convierte en un imperialismo más, y el imperialismo es un camino equivocado, porque crea resistencias en todos los pueblos.
LAS MASAS SUFRIENTES
En mi clase anterior ya hemos visto cómo el capitalismo estuvo representado en la República Argentina por la oligarquía y las fuerzas internacionales del capital extranjero y del imperialismo.
Frente a sus fuerzas poderosas, se levantó aquí, como en todas partes, la reacción de los explotados, las masas sufrientes y sudorosas, como alguna vez dijera el coronel Perón.
Yo me precio siempre de haber sentido y sufrido con el pueblo aquella opresión y de haber visto desde adentro la reacción popular.
Yo puedo hablar de esto con plena autoridad, para decir que aquella reacción permanente, silenciosa y apreciable del pueblo contra la oligarquía, no era comunista ni deseaba serlo.
Los auténticos dirigentes sindicales no deseaban tampoco el comunismo, y tal vez por esa razón, por no querer ser comunistas, muchos se hicieron socialistas porque alguna puerta de escape tenía que tener esta gente que luchaba por un poco, nada más que un poco más de pan.
Los dirigentes nuestros se han pasado muchos años luchando por migajas y soñando con una dignidad que jamás creyeron que iba a llegar a las clases trabajadoras argentinas, hasta el advenimiento del General Perón.
Entre los dirigentes comunistas, hubo pocos dirigentes verdaderamente comunistas.
Los dirigentes eran dirigentes a sueldo.
A ellos no les interesaba el pan de los trabajadores. Por eso no hicieron lo que la masa quería, se opusieron a Perón, y siguiendo instrucciones extrañas se aliaron con la oligarquía.
Esto no debemos olvidarlo jamás.
No se concibe que para el 24 de febrero de 1946 los comunistas, los que se llamaban dirigentes del pueblo, lo mismo que los socialistas, los conservadores, los demócratas progresistas y los radicales, formasen esa tan desgraciada Unión Democrática, bochorno y vergüenza de todos los argentinos.
ALIANZA DE TRAIDORES
No nos puede extrañar que los conservadores, los radicales y los demócratas progresistas se aliaran en un maridaje en que estuvieron siempre, a pesar de los enconos políticos, porque se repartían el gobierno, pero lo que nos extraña –y no lo podemos olvidar-, es que esos que se llamaban dirigentes del pueblo, los socialistas y los comunistas, se aliaran con la más cruda y rancia oligarquía nacional e internacional, se aliaron con el más crudo capitalismo contra los trabajadores argentino.
No podremos olvidar jamás que se aliaran para vender la Patria, para entregar el patrimonio nacional.
Esto es más comprensible porque no podemos olvidar que tanto los socialistas como los comunistas, son internacionales y no les puede interesar lo que para los argentinos y, sobre todo, para los peronistas, es tan sagrado: la Patria.
Tampoco podemos pensar como ellos, que a pesar de ser unos traidores podían haber disimulado su traición no aliándose con las fuerzas del capital; es que cuando los juegos políticos les interesan, demuestran que bajo la piel de cordero tienen alma de lobo.
Eso es lo que demostraron los socialistas y los comunistas en nuestra Patria, que así como se aliaron en 1945, lo harán cuantas veces sea necesario para poder llevar adelante sus intereses bastardos y mezquinos. Su política y su doctrina no son constructivas, sino destructivas (...)
Extracto de la clase dictada por Eva Perón en la Escuela Superior Peronista el 10 de mayo de 1951; la cual está transcripta en el libro "Historia del Peronismo" (Ed. Fabro, pág. 96 a 103).
APOSTILLA:
Sólo el escaso o deficiente adoctrinamiento pueden llevar a alguien a identificar a Eva Perón con el comunismo, al cual consideraba impopular por su materialismo ateo y por pretender suprimir el derecho de propiedad, ambas cuestiones de profundo arraigo popular.
Hubo y hay actualmente un relato berreta que nos han querido imponer, en el cual nos inventan una Evita equiparable a la "Pasionaria" Dolores Ibárruri, ícono marxista de la Guerra Civil Española.
Sin embargo los peronistas sabemos quién fue y cómo pensaba Eva Perón, para quien los comunistas eran intelectuales bien pagos, verdaderos mercenarios universitarios, que nunca han dudado en aliarse con la oligarquía más rancia en contra de los intereses de nuestra Patria y de nuestro Pueblo. Los mismos que, como decía Evita, "siguen su predica marxista, ahora disfrazada de pacifismo".
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